Redacción/El Nacional

Visitar las albercas es un lugar ideal para pasar el caluroso verano en familia. Pero también es uno de los lugares en donde existen muchas enfermedades que se pueden contraer en una piscina si a esta no se le da el mantenimiento adecuado.

Una de las infecciones más frecuentes contraídas en una alberca son las causadas por hongos, como la onicomicosis, de la piel, ojos y oídos.

Oftalmólogos señalan que en esta época es frecuente contagiarse de conjuntivitis de piscina, incrementándose hasta en un 20 por ciento.

En medida de lo posible no debes usar ropa que usaste en otras actividades y los bebés deben usar pañales especiales para evitar la contaminación por materia fecal.

El mantenimiento de paredes y fondos es muy importante para que el agua de la piscina se encuentre siempre limpia.

Y aunque la norma dice que la calidad del agua se debe revisar cada tres meses, es recomendable hacerlo cada día.