El investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y director del proyecto “Gran Acuífero Maya”Guillermo de Andana, confirmó el hallazgo más importante desde la cueva de Balamkanché en la década de 1950.
La cueva que fue descubierta hace 50 años pero permanecía inexplorada hasta ahora, se denomina Blamkú y tiene un laberíntico recorrido con una profundidad de 24 metros bajo la superficie, ubicada en Mérida, Yucatán.
Informó el investigador sobre la localización de 200 piezas cerámicas incensarios y artefactos, como parte de ofrendas que permanecieron intactas durante mas de mil años en una cueva ritual subterránea de la ciudad maya.
El director del GAM destacó las condiciones inalteradas del sitio, cuya exploración les exigió arrastrarse o introducirse a gatas, ya que la altura en algunas zonas del lugar es de 40 centímetros.
De Anda adelantó que, por la cantidad de restos hallados intactas, a 2.75 kilómetros de la fachada este del castillo y a una profundidad de 24 metros, podría reescribirse la historia de Chichén Itzá, con una cronología más temprana que echaría por tierra la invasión tolteca.