La policía de la ciudad de Greeley, en el norte de Colorado (EUA), informo sobre el descubrimiento de los restos de una niña desaparecida hace 34 años y de la que nada se sabía hasta principios de esta semana, un hecho del que aún se desconocen numerosos detalles.
En declaraciones a los medios locales, el sargento Joe Tymkowych, del Departamento de Policía de Greeley, calificó el descubrimiento de los restos de la menor Jonelle Matthews como “relevante para la investigación”, pero no ofreció otros detalles.
El 20 de diciembre de 1984, Matthews regresaba a su casa luego de cantar villancicos de Navidad junto con uno de sus compañeros de escuela y un amigo de su padre.
Se sabe que llegó a su vivienda, pero, a partir de ahí, la policía nunca pudo decretar qué sucedió con la pequeña.
Nunca hubo arrestos ni tampoco se consideró como sospechosos a su padre (Jim), a su madre (Gloria) ni a su hermana (Jennifer).
Ese mismo año, la policía interrogó a personas de la escuela y de la iglesia a la que asistía la niña y hasta preparó un video pidiendo la ayuda del público para hallar a Jonelle, pero nadie aportó datos.
El caso cobró notoriedad nacional en aquella época cuando el presidente Ronald Reagan mencionó el nombre de la niña en uno de sus discursos, en el marco de una campaña para abrir lo que luego sería el Centro Nacional de Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC, por sus siglas en inglés).
Según Tymkowych, las autoridades están “investigando nuevas pistas” y añadió que el caso “ha sido una carga pesada en los corazones del Departamento de Policía de Greeley, de la familia (Matthews) y de toda la ciudad de Greeley”.
Los restos fueron detectados por trabajadores que construyen un oleoducto al suroeste de Greeley. La Oficina del Alguacil del Condado Boulder está a cargo de las pericias en ese sitio, ahora preservado como escena de un crimen.
De acuerdo con el NCMEC, en 2018 el FBI investigó unos 424.000 casos de niños desaparecidos. En 1984, según dijo el entonces presidente Reagan, esa cifra llegaba a un millón.