Mediante un ensayo titulado “Comprarme A Mí Misma”, publicado en The Cut, de New York Magazine, Emily Ratajkowski reveló que en 2012 fue agredida sexualmente por el fotógrafo Jonathan Leder.

La modelo contó que su representante acordó una sesión de fotos para ella en casa de Jonathan:

“Mi agente me dijo que comprara un boleto de autobus desde Penn Station hasta Catskills, donde un fotógrafo llamado Jonathan Leder me recogería y me reembolsaría el viaje. Haríamos la sesión en Woodstock, para una revista artística de la nunca había oído hablar llamada ‘Darius’ y pasaría la noche en su casa”, escribió.

Asimismo, describió escenas previas a la sesión, durante la cual posó en lencería y sin ropa, mientras el fotógrafo le ofrecía vino tinto.

“Me habían enseñado que era importante ganarme la reputación de trabajadora y tolerante”, apuntó. “En el momento en que dejé caer mi ropa, una parte de mí se disoció”.

La modelo relató que, en un momento, la maquilladora abandonó la habitación y la dejó sola con él:

“Estaba molesta con ella por dejarme, pero no quería admitirme a mí misma que su presencia había hecho una diferencia. Puedo manejarlo sola, pensé. (…) Empecé a hablar más rápido y más alto. Estaba llena de tanto vino azucarado que me sentí completamente despierta, aunque muy, muy borracha”, mencionó. “Tenía frío, tiritaba y estaba acurrucada debajo de una manta. Jonathan y yo estábamos en un sofá, y sentía la textura áspera de sus vaqueros en mis piernas desnudas. La mayor parte de lo que vino a continuación fue borroso excepto por el sentimiento. No recuerdo que me haya besado, pero sí recuerdo que sus dedos de repente estuvieron dentro de mí”.

“Realmente dolía mucho. Llevé mi mano instintivamente a su muñeca y saqué sus dedos de mí con fuerza”, recordó la modelo.

Posteriormente, Leder abandonó la habitación donde realizaban la sesión de fotos: “Estaba confundida sobre por qué Jonathan se había ido sin una palabra y aterrorizada de que regresara”.

Al día siguiente, regresó a Nueva York. Sin embargo, varios años se enteró de que, en 2016, el fotógrafo había publicado las fotografías sin su permiso, en un libro titulado: Emily Ratajkowski.

“Mi abogado y yo hablamos por teléfono al día siguiente con el agente, que estaba seguro de que no lo había firmado. ‘Debe haber sido falsificado’, anunció mi abogado. Sentí que mi frustración crecía. Sabía que nunca había firmado nada, nunca había aceptado nada. Nadie me había pedido “, puntualizó.

Emily Ratajkowski debatió demandar a Leder, pero decidió no hacerlo: “El problema con la justicia, o incluso la búsqueda de la justicia, en Estados Unidos es que cuesta. Mucho. Durante los cuatro días de cartas y llamadas para los que había contratado los servicios de mi abogado, había acumulado una factura de casi ocho mil dólares”.

Redacción/El Nacional