El papa Francisco se reunirá en Dublín con un grupo de jóvenes víctimas de abusos por parte de sacerdotes.

Además también se detendrá a rezar por las víctimas durante su visita a la catedral de Dublín ante la vela que fue colocada en dicho templo para recordarlas.

Dicho viaje viene precedido de un nuevo escándalo que ha salpicado a la iglesia católica con un informe que documenta al menos 300 supuestos casos de “sacerdotes depredadores” sexuales en ese Estado y en el que identifica a mil menores como víctimas desde 1940.

Es probable que Francisco también se refiera a este escándalo en alguno de los discursos públicos que pronunciará en los actos de su visita a Dublín el 25 y 26 de agosto.

El pontífice redactó una carta a todos los católicos, en un gesto sin precedentes, para expresar “vergüenza” y “arrepentimiento” por los casos de abusos y admitir que la Iglesia no supo actuar ni reconocer la gravedad del daño que se estaba causando.