Redacción/ El Nacional
El Día Mundial de la Salud se celebra cada 7 de abril desde 1950. Este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elegido la inocuidad de los alimentos como lema principal de su campaña.
Según sus propios datos, la falta de un adecuado manejo de los alimentos provoca la muerte de dos millones de personas al año, en su mayoría niños, por contaminación bacteriana o viral y un número de muertes menor por enfermedades no trasmisibles como cáncer, por la presencia de contaminantes químicos.
Estas muertes podrían evitarse siguiendo lo que la OMS denomina como cinco claves para mantener la inocuidad de los alimentos: Mantener la limpieza, separar alimentos crudos y cocinados, cocinar los alimentos completamente, mantener los alimentos a temperaturas seguras y usar agua y materias primas inocuas.
La necesidad de garantizar que los alimentos que se consumen no constituyan un factor de perdida de la salud es un buen ejemplo de la aplicación de la definición de Sistema de Salud en su estrategia: “Es el conjunto de todas las organizaciones, instituciones y recursos dedicados a producir actividades de salud, es decir, todas aquellas actividades en el ámbito de la salud personal, de los servicios de salud pública o de iniciativas intersectoriales cuyo principal objetivo sea mejorar la salud.
Incluye a todos los agentes, ya sean de propiedad pública o privada, con o sin ánimo de lucro, dentro del sistema occidental o del tradicional etc.” Esta definición acentúa el carácter multisectorial de la salud y supone la necesidad de desarrollar otro concepto, el de “salud en todas las políticas” que subraya la priorización de su impacto en la salud sobre todas las actividades.