El mexicano Rubén Ramírez Cárdenas, fue ejecutado por medio de la inyección letal en la penitenciaría de Huntsville, Texas, acusado de violar y asesinar a su prima hermana, de 16 años.
Ramírez fue condenado a la inyección letal por el asesinato de Mayra Laguna en el Valle del Río Grande, en el sur de Texas. Fue declarado muerto a las 22:26 hora local, minutos después de que se le administrara la dosis letal de drogas en la cámara de la muerte en la unidad Carcelaria Walls, en la comunidad de Huntsville.
La ejecución llevaba siendo demorada varias horas mientras el máximo tribunal examinaba las apelaciones que se habrían hecho antes.
A lo largo de los últimos días los miembros de la familia de Ramírez Cárdenas, como sus hijos, hermanos y su madre, acudieron a visitar al reo siendo visitas de hasta ocho horas.
En la sala de ejecuciones, solamente presenciaron la ejecución cinco periodistas autorizados, la abogada de Cárdenas Ramírez, Maurie Lavin y por parte de la víctima no asistió nadie.
Tras declarar la muerte de Rubén Cárdenas Ramírez, las autoridades de la prisión trasladaron el cuerpo a una capilla en donde se le permitió a la familia tocar por fin a su ser querido y despedirse de él.
Fueron solamente 15 minutos los que pudieron estar con el cuerpo antes de que fuera entregado a personal de una funeraria.