Redacción/ El Nacional
Una redada del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos resultó en el arresto de 97 inmigrantes cuando laboraban en una empresa empacadora de carne en la ciudad de Morristown, Tennessee.
La operación fue llevada a cabo el pasado jueves en Southeastern Provisión, donde al menos once personas fueron arrestadas por delitos penales y otras 86 por estar en el país de forma ilegal.
“Esto forma parte de la agenda de Trump para reforzar la aplicación de deportaciones masivas”, apuntó Jessie Hahn, abogado del National Immigration Law Center especializada en política laboral.
Agregó que perseguirán a toda empresa que contrate inmigrantes sin permiso de residencia como en el caso de la cadena 7-Eleven, donde agentes detuvieron a 21 personas durante los operativos realizados a nivel nacional en enero.
Por su parte la codirectora ejecutiva de la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes y Refugiados de Tennessee, Stephanie Teatro, aseguró que el cateo en el la planta cárnica es otro ejemplo del énfasis en la aplicación de las leyes migratorias.
“Lo que vemos aquí, que es la mayor operación y sin duda la más ofensiva, encaja en las prácticas y patrones del gobierno de Trump de perseguir a los trabajadores, detener a inmigrantes de forma indiscriminada y aterrorizar a comunidades en todo el país”, argumento.
Indicó que funcionarios del ICE, en coordinación con el departamento de Seguridad Nacional, la division de investigacion penal del IRS y agentes de la patrulla de carreteras de Tennessee ejecutaron una orden federal de allanamiento en la planta, donde las 97 personas sujetas a la expulsión del país fueron localizadas.
Trascendió que diez trabajadores fueron arrestados por delitos federales y otro por un cargo estatal, mientras que de los 86 detenidos por procesos de deportación, el ICE liberó a 32 y dejó a los 54 restantes retenidos, según Spicer.
Según una declaración jurada, el gobierno tenía motivos para creer que la empresa y sus propietarios habían cometido un delito de evasión fiscal y empleaban a migrantes que estaban en el país sin los permisos pertinentes. Un agente de policía encubierto fue contratado por la firma empleando un nombre falso y recibió su salario en efectivo, de acuerdo con el documento por el agente especial del IRS Nicholas Worsham.