Con lagrimas en los ojos un grupo de cristianos encontró la trágica escena en donde la parroquia a la que asistían se encontraba totalmente destruida por los militantes de ISIS, entre los ataques perpetrados estaban la decapitación de la estatua de la Virgen María, también un confesionario se convirtió en armario, a demás profanaron una tumba y quemaron los bancos de oración.
Keramlis, es una ciudad cristiana que se encuentra en las llanuras de Nineveh al norte de Irak, y cayó en manos del grupo ISIS en agosto de 2014, a tan sólo dos meses de que el grupo extremista tomara la segunda ciudad más grande de Mosul y sus alrededores, ahuyentando así a la mayoría de los habitantes.
Los cristianos alguna vez constituyeron una minoría importante en Irak, pero su número se ha reducido desde la invasión liderada por Estados Unidos en 2003, ya que muchos han emigrado al Occidente para escapar de la violencia.
“Primero cuando lo ves, por supuesto, es inquietante, y luego lloras por la situación aquí y las condiciones en las que estamos viviendo. Honestamente, no puedo describir cómo me siento“, declaró una mujer tras el ataque.