Redacción/ El Nacional


La Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero, despidió a 176 elementos policíacos, los cuales participaron en un paro laboral que comenzó el pasado lunes 29 de mayo y que concluyó a las 15:00 horas del martes.

Al terminar el paro laboral, los policías esperaban recibir órdenes de sus superiores para reincorporarse al servicio; sin embargo, los mandos no se comunicaron con los agentes y fue hasta las 13:00 horas de este miércoles cuando se les notificó que habían sido despedidos.

El gobierno de Guerrero justificó la decisión de despedir a los policías con el artículo 132 de la Ley No 281 de Seguridad Pública del estado, ya que consideró que los agentes faltaron a los principios rectores de la función policial: “poner en peligro a las personas, sus bienes y derechos por el abandono del servicio; haber dirigido organizado y participado en movilizaciones y un paro de servicio policial en contra de sus superiores y de la institución policial, así como abandonar un servicio”.

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De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero, tras ser despedidos, se requirió que los policías cesados entregaran los uniformes, identificaciones y demás equipo policial que tuvieran a su cargo.

Tras ser notificados, los policías de Guerrero marcharon sobre la Autopista del Sol, que conecta a la Ciudad de México con el puerto de Acapulco, hacia la Comisión Estatal de Derechos Humanos, donde se reunieron con el presidente de ese organismo, Ramón Navarrete, con quien acordaron buscar un acuerdo y diálogo con las autoridades estatales.

Durante su marcha, los policías denunciaron que, en junio de 2016, entregaron un pliego de demandas al gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, pero que la mayoría de sus exigencias no han sido resueltas.

Entre las demandas de los policías están: tres días de descanso después de tres laborales; pago de bono de riesgo de 2 mil pesos mensuales; uniformes, municiones, seguro de vida de un millón 590 mil pesos y nuevas patrullas.