Los investigadores pausaron un estudio después de encontrar que una vacuna experimental aplicada cada dos meses funcionaba mejor que las píldoras diarias para evitar que las mujeres contraigan VIH de una pareja sexual.
Esto es una buena noticia para las labores de prevención del VIH particularmente en África, donde se llevó a cabo el estudio, y donde las mujeres tienen pocas formas de protegerse de las infecciones de transmisión sexual.
Hasta ahora, los resultados sugieren que el medicamento cabotegravir fue 89 por ciento más efectivo para evitar una infección de VIH que las píldoras de Truvada, aunque ambos reducen el riesgo.
El cabotegravir es desarrollado por ViiV Healthcare, que es propiedad de GlaxoSmithKline, junto con Pfizer Inc. y Shionogi Limited. El estudio estuvo patrocinado por los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés), la Fundación Bill y Melinda Gates y ViiV. Los medicamentos fueron proporcionados por ViiV y por el fabricante de Truvada, Gilead Sciences.