Contaminación-por-metal-mercurio

Redacción/El Nacional

Un arqueólogo mexicano que busca una tumba real en un profundo y oscuro túnel debajo de una imponente pirámide construida antes del imperio azteca descubrió un indicio que podría acercarlo a su objetivo: mercurio líquido.

En las entrañas de Teotihuacan, una misteriosa ciudad antigua que en su apogeo fue la mayor de América, Sergio Gómez encontró este mes “una gran cantidad” del metal plateado en una cámara al final de un túnel sagrado que estuvo sellado por casi 1,800 años.

“Es algo que nos ha sorprendido realmente”, dijo Gómez a la entrada del túnel bajo la pirámide de la Serpiente Emplumada de Teotihuacan, unos 50 kilómetros al noreste de Ciudad de México.

Algunos arqueólogos creen que el elemento tóxico podría ser una pista para hallar la primera tumba de un gobernante en Teotihuacan, contemporánea de varias ciudades antiguas mayas pero envuelta en tanto misterio que sus habitantes aún no tienen nombre.

Gómez, con dudas sobre lo que llevó a la colocación del mercurio en el sitio, dice que el metal pudo haber sido usado para representar un río o lago del inframundo. El metal, hallado previamente en pequeñas cantidades en sitios mayas mucho más al sur del país, nunca se había encontrado en Teotihuacan.

De difícil extracción y apreciado por sus propiedades refractantes, el mercurio era poco común en el México antiguo. Los arqueólogos creen que sus características podrían haberle dado un significado supranatural para rituales.