Daniel, Jack y Matthew Aplin, tres hermanos quienes se encontraban paseando por una playa cercana a la cuidad de Wellington, Nueva Zelanda, encontraron un cadáver de 4.2 metros de largo de un calamar gigante.

Los tres hombres midieron el cuerpo con una cinta métrica para así poder validar su descubrimiento, asimismo dieron aviso al Instituto Nacional de Agua e Investigación Atmosférica (NIWA, por sus siglas en ingles).

Si bien, el ejemplar de este calamar es bastante grande, pero no es raro ya que se han documentado cefalópodos de un tamaño aun mayor.

Este caso provocó asombro entre los internautas quienes no dejaron pasar la oportunidad para compartir sus teorías sobre el destino del animal, mientras que otra parte de los usuarios culparon a la industria pesquera.

Hasta el momento no se ha determinado lo que lo pudo haber matado o llevado el cuerpo hasta las playas neozelandesas.

Redacción/El Nacional