Redacción / El Nacional
Para muchas personas la idea de cambiar de régimen alimenticio es sinónimo de dejar de comer. Un error que tienen como consecuencias una disminución metabólica y ansiedad que deriva en atracones.
El cortisol el término médico correcto es hidrocortisona es una hormona producida por la glándula suprarrenal cuando nuestro cuerpo está sometido a estrés o a situaciones de actividad física extrema, mala alimentación o falta de sueño.
El cortisol es el mecanismo de defensa natural del cuerpo para sobrevivir ante los factores de estrés natural a los que durante años hemos sometido al cuerpo poniéndose en un estado de shock que nos obliga a buscar comida, dormir o incrementar nuestra fuerza.
La función principal de esta hormona es incrementar el nivel de azúcar en la sangre, suprimir el sistema inmunológico y ayudar a metabolizar grasas, proteínas y carbohidratos.
Cuando aumentan los niveles de cortisol en el sistema el organismo intenta movilizar las reservas de energía para aumentar la actividad cerebral y la concentración.
Cabe destacar que el aumento del cortisol destruye algunos tejidos de manera saludable, pero cuando el estrés es constante se pueden presentar cambios negativos en el cuerpo, desde irritabilidad hasta obesidad.
Recomendaciones para disminuir el estrés y a no comernos nuestra ansiedad o nuestra tristeza:
1. Lleva un diario de alimentos, escribe todo lo que te lleves a la boca y el estado de ánimo en que lo haces, así notarás un patrón emocional detrás de cada decisión alimenticia.
2. Cuando entres a tu casa date 5 minutos antes de ir a la cocina a comer algo.
3. Mide tu hambre en una escala del 1 al 10, 1 siendo antojo y 10 siendo hambre.