A un mes de la explosión en el puerto de Beirut, en Líbano, rescatistas que excavaban por entre los escombros revelaron que ya no había esperanzas de encontrar a alguien vivo.

El jefe del grupo de rescate voluntario Topos Chile, Francisco Lermanda, aseguró mediante una conferencia de prensa que las señales de vida detectadas en los últimos dos días fueron respiraciones de compañeros de rescate que ya estaban dentro del edificio y que fueron recogidas por sus sensibles equipos.

“Nunca nos detenemos ni con el uno por ciento de esperanza”, dijo Lermanda, de encontrar un cuerpo. “Nunca nos detenemos hasta que el trabajo esté terminado”.

Redacción/El Nacional