Desde el pasado viernes 23 de abril, Liliana Martínez Flores, originara de Tonila, Jalisco, fue a la comunidad de Quesería, en Colima, a encontrarse con sus amigas: Rosario Sánchez Pérez y Lucía Trillo Rangel. Se dirigían a una reunión con otros amigos. Desde ese momento, fue la última comunicación que tuvieron sus familiares con cada una de ellas, hasta el día de hoy las jóvenes están desaparecidas.
Las tres jóvenes desaparecidas tienen hijos y su ausencia ha sido un golpe para toda la familia. La madre y el hijo de Liliana entraron en una profunda depresión, según detalla Elsi Martínez Flores, hermana de Liliana, su sobrino de 14 años ha perdido la energía de todo adolescente, solo espera la llegada de su madre de 35 años.
Por otra parte, la madre de Liliana cayó en una profunda depresión: “ella llega en las noches y es puro llorar, pues piensan, se pasa uno muchas cosas por la cabeza, qué estarán haciendo, qué les estarán haciendo, si comen o no comen”.