Autoridades locales de la ciudad iraquí de Mosul, denunciaron que el pasado jueves el grupo terrorista Estado Islámico (EI), asesinó al menos 170 civiles que intentaban escapar de uno de sus refugios al oeste de dicha ciudad.
La masacre tuvo lugar en el barrio de Al Zanyili el pasado 1 de junio, según el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Consejo de la provincia de Nínive, de la que Mosul es capital, Gazuan al Daudi.
Se detalló que la mayoría de las víctimas son niños, mujeres y ancianos, y que decenas de personas resultaron heridas después que los yihadistas abrieron fuego contra ellos enfrente de una fábrica de Pepsi ubicada en ese distrito.
Uno de los supervivientes de la matanza, Ahmad Mahmud al Hamduni, dijo a Efe que los muertos superan los 200, según los cadáveres que vio en el lugar, que se amontonaban junto a los heridos.
Al Hamduni detalló que las víctimas habían salido a primera hora de la mañana de sus hogares y recorrieron la calle denominada Pepsi, que conduce a la fábrica de bebidas gaseosas, con el objetivo de huir hacia Al Nayar, controlado por las fuerzas gubernamentales.
Pero los yihadistas empezaron a disparar al grupo de civiles cuando llegaron a un “area abierta, sin edificios en los que poder refugiarse”.
Los combatientes radicales abrieron fuego indiscriminadamente con metralletas, así como los francotiradores apostados en los tejados, mientras los residentes “comenzaron a huir de esa área abierta hacia los edificios que hay calle arriba”.
“Más de 200 personas no lo lograron”, relató Al Hamduni.
Por otra parte, el oficial Saad al Muhamadaui de la IX Brigada de Blindados del Ejército no quiso ofrecer una cifra de víctimas y se limitó a asegurar que había un gran número de heridos.
Al Zanyili, barrio popular con muchos habitantes, es uno de los pocos en los que el EI aún tiene presencia, pero hoy mismo las fuerzas iraquíes han conseguido controlar el 60% del distrito y fuerzas iraquíes se mantienen en ese bario para lograr expulsarlos al 100%