Redacción/El Nacional
Este pasado viernes un hombre armado entró al hospital Bronx Lebanon de Nueva York, dejando un saldo de dos muertos, entre ellos el sospechoso y además seis heridos, cinco de ellos de gravedad.
Antes de las tres de la tarde fue cuando el ex empleado del centro hospitalario Henry Bello de 45 años, entró armado con un fusil de asalto AR-15 vestido con bata blanca de médico, según medios de comunicación locales.
Bello trabajó anteriormente en el mismo hospital hasta el 2015 y al parecer dimitió porque iba a ser despedido por acoso sexual.
El atacante se paseó por la planta 16 del hospital y disparó al menos a seis personas, según la información preliminar facilitada por el Jefe de Policía de Nueva York, James O’Neill.
Luego de herir a las seis personas, subió a la planta 17 y mató a una doctora, para después suicidarse de un tiro con el rifle, según NBC News.
Durante los hechos se avisó a la policía y agentes de seguridad, además se activó la alarma antiincendios lo que hace suponer a los investigadores que el sospechoso quería prenderse en llamas.
Las autoridades neoyorquinas quisieron tranquilizar desde el primer instante a la población descartando que fuera un acto terrorista, llamándolo como un “caso aislado” relacionado con un conflicto laboral.
“Gracias a Dios no se trata de un acto de terrorismo, sino que parece un incidente aislado, ligado a una cuestión de trabajo […] Es una gran tragedia, nuestro corazones están con las familias de la doctora que falleció. Hemos vivido una situación horrorosa en un lugar que normalmente es garante de seguridad y confort.” informó el alcalde de la ciudad Bill De Blasio.
Además informó que una de las víctimas era paciente del hospital, el cual recibió un disparo en la pierna, las cinco restantes forman parte del personal del hospital y se encuentran “luchando por su vida”.
También felicitó a los servicios del hospital y a los agentes que respondieron al incidente.