Reyna Briseño/El Nacional.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) ha respondido a los avances kurdos en el campo de batalla con un vídeo de siete minutos de auténtico terror.
Los yihadistas recogen en la grabación el asesinato de 15 presos de tres formas distintas, cada una de ellas grabada al detalle y con un sofisticado montaje final que firman los islamistas que controlan la provincia iraquí de Nínive.
Después de varias decapitaciones y de quemar a un reo vivo, el grupo busca sorprender a la audiencia y sembrar el terror entre los enemigos a los que se enfrenta.
Uno por uno, los detenidos confiesan los delitos de los que le acusa el EI ante la cámara, después empiezan los asesinatos.
Un encapuchado sube a los cuatro primeros presos esposados a un coche en mitad del desierto. Cierra las puertas. Se aleja unos metros y dispara un lanzacohetes.
El vehículo se convierte en una bola de fuego en medio de gritos del dolor. Otros cinco hombres con buzos naranjas son introducidos en una gran jaula similar a la del piloto jordano que fue quemado vivo que una grúa baja lentamente en mitad de una piscina.
Cámaras acuáticas captan la agonía final de cada uno de los hombres. Los últimos seis prisioneros son conducidos a un lugar en el desierto en el que les ponen collares de explosivos que el EI activa al mismo tiempo.
Algunas cabezas salen disparadas y otros cuerpos sufren horribles mutilaciones que las cámaras recogen durante interminables segundos.
Terminada la grabación, la pregunta es qué será lo próximo que idearán los yihadistas para sorprender y aterrorizar. Hasta ahora, en el año de vida que está a punto de cumplir el califato, han demostrado no tener límites.