Redacción/El Nacional
Un grupo de científicos mexicanos diseñaron una prueba llamada “Diabetes Prevent”, capaz de detectar el riesgo de padecer diabetes tipo 2 con sólo obtener una muestra de ADN.
Los investigadores del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), y del Instituto Nacional de Medicina Genómica en conjunto con el Broad Institute y la Harvard Medicinal School Boston, revelaron que el objetivo de la prueba es poder detectar de manera oportuna si una persona tiene riesgo de desarrollar diabetes para que así pueda tomar medidas de precaución con el objetivo de poder prevenirla.
“Desarrollamos una herramienta que permite evaluar el riesgo genético de una persona de padecer diabetes tipo 2 con el objetivo de prevenirla”, detalló el doctor Laureano Simón Buela.
Este dispositivo podrá aplicarse a cualquier persona, sin importar la edad, que tenga factores de riesgo como antecedentes familiares, realizarla en niños con padres o abuelos que padezcan diabetes.
Diabetes Prevent, es un pequeño dispositivo con un hisopo que recolecta las muestras de ADN de la boca y que sólo se realiza una vez en la vida; para poder realizar dicha prueba primero se debe masajear las mejillas durante 30 segundos frotándolas contra los dientes en movimientos circulares.
Posteriormente, se introduce el dispositivo en la boca y se frota contra las mejillas durante un minuto, logrando recolectar células epiteliales para analizar si se tienen dos variantes genéticas que indican riesgo de la enfermedad: SLC6A11 y HNF-1 alpha.
“El SLC6A11 está presente en el 30% de la población mexicana y es la principal causa por la que la incidencia de la enfermedad es mayor en México. El HNF-1 alpha está menos presente en la población pero representa un riesgo muy grande”, detalló el especialista.
Así mismo, aclaró que una vez que las muestras son analizadas, los resultados se envían en un lapso de dos semanas a través de la aplicación “Diabetes PrevenT”, donde también se incluyen que medidas requieren tomar las personas en relación a la alimentación y ejercicio.
Este proyecto inició en 2010 y comenzó a utilizarse 3 mil pruebas de los mexicanos, realizadas en este tiempo, de las cuales el 40 por ciento han indicado un bajo riesgo; otro 40 por ciento han revelado un mediando riesgo y el 20 por ciento restante han demostrado un alto riesgo.
” Un riesgo medio no quiere decir que podemos relajarnos, sino que quiere decir que el riesgo es mayor que la población, por lo que se debe comenzar un programa de cambios de estilo de vida porque ya se tiene un problema que puede solucionarse. La persona de alto riesgo, debe ser inmediatamente tratada por un especialista para diseñar un programa de seguimiento”, detalló.
Por el momento, este dispositivo se encuentra disponible en clínicas especializadas de diabetes y obesidad, laboratorios clínicas y farmacias, pero se espera que en poco tiempo puedan ingresar a las instituciones de salud públicas.