El pasado jueves por la noche una de las bailarinas de Iggy Azalea se desvaneció, al momento en que la cantante interpretaba el tema “Black Widow” en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.

En ese momento, otra de las acompañantes de la australiana de 28 años, se agachó de inmediato para asistirla.

Azalea se dio cuenta de lo ocurrido y sin dejar de bailar, se dio vuelta y preguntó qué había pasado: “Alguien puede subir un médico aquí”, expresó a través del micrófono cara al público.

Acto seguido, la artista continuó con la canción como si nada hubiera pasado, mientras la bailarina no sólo estaba caída, convulsionaba.

Segundos más tarde, la música se interrumpió y el equipo técnico subió al escenario para asistir a la joven, que fue trasladada a un hospital en ambulancia.

Tras el incidente, Iggy fue duramente criticada en redes sociales por continuar con su show, por lo que explicó lo sucedido a través de cuenta de Instagram:

“Pensé que se había caído y que se le había torcido un tobillo (…) Estamos sacudidos por lo ocurrido, pero por suerte ella está bien”.

“A veces me siento agotada de este mundo. Parece que todo lo que hago es una oportunidad para que la gente me diga que soy una porquería, que mi música apesta, que mi ropa es fea, que no importo y que soy una persona horrible”, continuó.

Redacción/El Nacional