Redacción/El Nacional
Las mujeres, en la mayoría de los casos, quieren un vientre plano, pero a veces es mucho más difícil saber por dónde empezar, que hacer el ejercicio adecuado para conseguirlo. Por si fuera poco, las mujeres saben que las abdominales sirven, pero la realidad es que depende de la forma del área problemática para elegir el entrenamiento correcto.
La llanta de repuesto: Las personas con esta panza, seguramente llevan una vida sedentaria o tienen un trabajo de oficina.
Típicamente vinculan sus emociones con alimentos azucarados y el alcohol.
Consejos
Elimina el alcohol por completo. Como sabrás, el alcohol se convierte en azúcar y ésta se va directamente a tu cintura.
Evita las botanas “dietéticas”. Este tipo de productos usualmente contienen muchos químicos, azúcares refinados y sal.
¡Come mejor! Adopta una dieta saludable llena de productos frescos y, de ser posible, orgánicos.
¡Muévete! Si tienes un trabajo de oficina, estaciónate lejos de la entrada, toma las escaleras en lugar del elevador y aprovecha tu hora de comida para caminar un poco.
No necesitas un gimnasio. Con que camines, hagas unas sentadillas o practiques yoga los fines de semana, será más que suficiente.
La panza del estrés: Las personas con esta panza, tienen personalidades perfeccionistas. Son usualmente susceptibles a condiciones médicas de digestión que conllevan inflamación y estreñimiento. El peso es específico en la parte frontal del ombligo. Esta panza es muy firme.
Consejos
Vete a dormir temprano y duerme por más tiempo.
¡Relájate! Intenta hacer un par de ejercicios de respiración, meditación y toma baños largos y calientes que te relajen y te hagan pensar en cosas distintas.
Limita el consumo de café a no más de 2 tazas al día.
Toma un par de clases de yoga, caminatas largas, nadar o entrenamiento de resistencia.
El yoga definitivamente será tu mejor opción, pero si se te hace muy ‘light’, también puedes buscar un deporte que sirva de desahogo como el box o kickboxing. También opta por tomar té de manzanilla en las noches para relajarte.
La “pancita”: Las personas con esta panza, posiblemente sean mamás ocupadas o con carreras muy demandantes. Tal vez hagan ejercicio, pero siguen comiendo igual de mal, lo cual las mantiene delgadas, pero con una pequeña panza.
Consejos
Una buena alimentación y mucha fibra son esenciales para mejorar tu digestión, así como la inflamación y el estreñimiento. Opta por verduras de hojas verdes, granos enteros y frutas con mucha fibra.
Las sentadillas mal hechas acentúan la panza, así que te recomendamos hacer ejercicios como lagartijas, que tensen el área de los brazos Y el vientre.
Toma mucha agua para reducir la inflamación y agrega una verdura a cada comida del día, así como proteína como pescado y pollo.
La pancita maternal: Usualmente son chicas que dieron a luz hace unos años, pero no pudieron hacer ejercicio ni dieta para recuperar su figura.
Consejos
Los suplementos de aceite de pescado son una excelente opción para este caso.
Intenta comer bien y no evites las grasas saludables (nueces y aceites). No sólo te ayudarán a bajar de peso, sino que también absorben las vitaminas para brindarte más energía.
Los ejercicios para las paredes pélvicas (conocidos como Kegel), son buenísimos para adelgazar el estómago desde dentro. Sólo tienes que apretar las paredes por unas 15 a 20 veces 5 veces al día.
Aléjate de las abdominales. Después de dar a luz, los músculos del abdomen necesitan tiempo de recuperación, y las abdominales harán todo lo contrario.
Toma todas las siestas que puedas y haz ejercicios de estiramiento antes de irte a dormir para quemar un poco de grasa y dormir como bebé.
Panza inflamada: Tienen un abdomen plano en las mañanas y terminan con una panza inflamada
Usualmente tienen alergias, son intolerantes a ciertos productos o tienen intestino perezoso… resultado de una dieta pobre.
Consejos
Antes que nada debes evitar el gluten y los carbohidratos (pan, pasta, pizza, pasteles y cereales)
La clave es experimentar hasta saber qué le hace daño a tu estómago y qué podría aliviar la tensión.
Concéntrate en una dieta saludable llena de verduras, carne, pollo y pescado.
Come un gran desayuno, evita las botanas nocturnas y toma mucha agua.
Aunque no lo creas, respirar quizá sea lo mejor que puedas hacer por tu vientre. Intenta recostarte todos los días y respira profundo unas 10 veces.
Después de comer, activa tus intestinos y tomar una caminata de cinco minutos mínimo.