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Redacción/ El Nacional

Los fármacos que acostumbran tomar las personas para aliviar algún síntoma pueden influir negativamente en la libido de las personas y por consecuencia afectar la convivencia en pareja.

Los medicamentos pueden jugar un papel determinante en nuestra sexualidad. Así, de la misma manera que existen fármacos que nos pueden ayudar a mejorar nuestra vida sexual, existen también otros medicamentos que pueden convertirse en el peor  enemigo de nuestras relaciones llegando incluso en algunos casos a acabar por completo con el Deseo de disfrutar el sexo.

Un claro ejemplo son las pastillas anticonceptivas, ya que se ha demostrado que un porcentaje significativo de las mujeres que las toman, van disminuyendo su deseo sexual.

Ello es debido fundamentalmente a que estas píldoras actúan de forma importante sobre las hormonas sexuales femeninas, causando entre otros efectos la inhibición de la producción de andrógenos, incluida la testosterona, en los ovarios femeninos. Esta hormona, responsable del deseo y del placer sexual, afecta al organismo de las mujeres provocando una disminución de la libido en algunas de ellas. Además, otro efecto secundario de las pastillas anticonceptivas es que provocan sequedad vaginal, circunstancia que causa molestias a la hora de mantener relaciones sexuales y por tanto disminuye la libido.

También los antidepresivos son uno de los principales exponentes de cómo los medicamentos pueden influir en nuestra vida sexual. Aunque prácticamente todos los antidepresivos tienen efectos sobre la libido, los fármacos que más pueden interferir en las relaciones sexuales son los llamados inhibidores selectivos de la receptación de serotonina.

Aunque no siempre viene indicado en el prospecto, los fármacos contra la hipertensión y otras dolencias cardiacas pueden también resultar perjudiciales para la vida sexual. Este tipo de medicamentos bajan la presión arterial, lo que provoca en ocasiones que el pene no se llene de sangre y por tanto que no se produzca la erección. Además, este tipo de fármacos pueden provocar también alteraciones de las hormonas como la testosterona y la prolactina, que se relacionan con la falta de deseo sexual y la defunción  sexual

Medicamentos contra trastornos mentales

Los fármacos anti psicóticos, utilizados por ejemplo para combatir trastornos mentales graves como la esquizofrenia, el trastorno bipolar, la psicosis o paranoias, también se relacionan con alteraciones relacionadas con la sexualidad. Por ejemplo, la disfunción eréctil o eyaculatoria y la disminución de la libido. En las mujeres, además, se pueden dar casos de alteraciones menstruales.

Tratamientos hormonales

El consumo de esteroides anabolizantes, corticosteroides y estrógenos provoca una disminución significativa de los niveles de testosterona y los andrógenos que a su vez causa una disminución de la libido, dificultades para la erección e incluso impotencia. Además, entre sus efectos en el hombre puede aparecer también la atrofia testicular y la azoospermia (ausencia de espermatozoides en el semen).

Otros medicamentos

Los diuréticos, fármacos para la acidez de estómago, para la migraña, sedantes, antiespasmódicos, antiulcerosos, anticonvulsivos, relajantes musculares, antiadrenérgicos, hipotensores, antifúngicos, antihistamínicos y antiepilépticos y esteroides también pueden resultar perjudiciales para el deseo sexual, aunque cabe señalar que no siempre es así y ni mucho menos ocurre con todas las personas tratadas ni con todos los medicamentos descritos.