El ser humano se distingue de entre los demás animales en ser de los pocos que solo duerme una vez en el día, a diferencia del ser humano, el resto son durmientes polifásicos, lo cual significa que alternan fases de sueño y vigilia durante todo el día, según algunas investigaciones, el hombre primitivo era polifásico, pero para adaptarse de a los ritmos de vida que avanzaban más rápido abandono esta costumbre.
Según una investigación realizada por la Fundación de Educación para la Salud del Hospital Clínico San Carlos y la Asociación Española de la Cama (Asocama), en los últimos cien años hemos perdido por lo menos dos horas diarias de sueño, por lo que la costumbre de una siesta por las tardes podría ayudar a recuperar el sueño perdido y poder hacernos llevar una vida más sana, por lo cual te traemos siete beneficios de dormir por las tardes.
1. Previene las cardiopatías. La siesta ayuda a disminuir en un 37% el estrés disminuyendo las posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares.
La ausencia de sueño aumenta el cortisol, el aumento de esta hormona, incrementa la intolerancia a la glucosa y a la grasa disminuye los niveles de la hormona del crecimiento, siendo más propensos a diabetes y enfermedades cardiovasculares.
2. Reduce la tensión arterial. Según un estudio realizado por Allegheny College de Pennsylvania (EE.UU.), 85 universitarios saludables demostraron que quienes duermen una siesta diaria de entre 45 minutos y una hora después de un día de estrés y tensión psicológica ven disminuida su presión arterial y ritmo cardíaco.
3. Facilita el aprendizaje. Un estudio de la Universidad de Berkeley confirma que el dormir la siesta aumentan en un diez por ciento la capacidad de aprendizaje.
4. Aumenta la concentración. Diversos estudios demuestran que la siesta mejora cualquier tarea que necesite recordar listas de palabras o de objetos.
5. Estimula la creatividad. Un equipo de neurólogos de la Universidad de Georgetown comprobó que el dormir la siesta aumenta la creatividad estimulando la actividad de la zona del cerebro (el hemisferio derecho) que se asocia con esta capacidad.
6. Aumenta la positividad. Un estudio de la universidad de Berkeley confirma que los individuos que duermen la siesta y pasan por la fase REM son más receptivos a la expresión facial de la felicidad mientras que los que no, tienden a aumentar más la ira y el miedo.
7. Mejora el estado de ánimo. La serotonina es un neurotransmisor regulador del sueño, el apetito y el estado de ánimo, al dormir nuestro cerebro se llena de serotonina, proporcionando una sensación de satisfacción y bienestar.