Redacción/El Nacional

Para muchos no hay nada como perderse de un buen libro. La lectura nos permite escapar de las tensiones cotidianas, cierto es; pero cada vez más investigaciones están descubriendo algunos beneficios muy reales para la salud y bienestar.

Por ello, un estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, reveló que leer libros puede aumentar la vida útil.

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  1. Leer reduce el estrés

El estrés se cree que contribuye a alrededor del 60 por ciento de todas las enfermedades. Puede aumentar los riesgos de accidente cerebrovascular (en un 50%) y enfermedades del corazón (en un 40%). Nuestro ritmo de vida hace casi imposible eliminar el estrés por completo, pero hay cosas que podemos hacer para reducir el estrés y evitar que se convierta en un grave problema de salud. Una de ellas es la lectura. Según un estudio de 2009 realizado por la Universidad de Sussex (Reino Unido), la lectura puede reducir los niveles de estrés en un 68%, incluso más que escuchar música o ir a pasear. Tan solo 6 minutos de lectura -ya sea un periódico o un libro- reducen el ritmo cardíaco y la tensión muscular.

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  1. Leer frena el deterioro cognitivo

A medida que envejecemos, nuestro cerebro se ralentiza, y las tareas cognitivas que nos resultaban fáciles -como recordar un nombre o el número de piso de un conocido- ya no lo son tanto. Sin embargo, según varios estudios, la lectura podría ayudar a frenar o incluso prevenir el deterioro cognitivo. Además, un estudio realizado por investigadores del Rush University Medical Center en Chicago (EE.UU.) y publicado en la revista Neurology, concluyó que la lectura y otras actividades que estimulan la mente pueden retrasar la demencia. Estos resultados apoyan los de un estudio anterior publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, que halló que los adultos mayores que leían, jugaban al ajedrez y participaban en otras actividades de desafío mental tenían 2,5 veces menos probabilidades de desarrollar alzhéimer.

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  1. Leer mejora el sueño

Los teléfonos inteligentes o smartphones se han convertido en nuestros compañeros de cama habituales. ¿Qué de malo hay en echar un vistazo rápido a Facebook antes de apagar las luces? Pues la ciencia nos confirma que puede causar estragos en el sueño. Un estudio de 2016 publicado en la revista Social Science & Medicine confirmó que el uso de un smartphone justo antes de acostarse está relacionado con una duración de sueño más corta y peor calidad de sueño. Esto se debe principalmente a que la luz emitida por los dispositivos reduce la producción de melatonina en el cerebro, una hormona que nos dice cuándo  dormir.

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  1. Leer puede mejorar las habilidades sociales

Algunas personas ven los libros como una forma de escapar del mundo real y puede que de las personas que lo componen, pero la ciencia ha demostrado que cuando se trata de habilidades sociales, la lectura puede tener sus puntos positivos. Así, un estudio de 2013 publicado en la revista Science, por ejemplo, halló que las personas que leen ficción pueden tener una mejor “teoría de la mente”, es decir, la capacidad de entender que las creencias, deseos y pensamientos de las personas son diferentes a los suyos; esto es, tener más empatía. “Lo distintivo de los seres humanos es que hacemos intercambios sociales con otras personas -con amigos, con parejas, con niños- que no están preprogramadas por instinto. La ficción puede aumentar y a mejorar nuestra experiencia social”, explica Keith Oatley, líder del trabajo.

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  1. Leer nos hace más inteligentes

Muchos estudios han demostrado que la lectura puede aumentar el vocabulario de un individuo, que se ha relacionado con una mayor inteligencia. Aún mejor. Parece que cuanto más fuertes son las habilidades iniciales de lectura de una persona, más inteligente es. Un estudio de 2014 publicado en la revista Child Development determinó que los niños con mejores habilidades de lectura a la edad de 7 años obtuvieron calificaciones más altas en los tests de Cociente Intelectual que aquellos con habilidades de lectura más débiles. La lectura influye causalmente en la inteligencia.

En conclusión, leer favorece la concentración y la empatía. Alimenta la imaginación, modifica (para bien) el cerebro, nos hace progresar y nos prepara para el éxito: ¡larga vida a los libros!