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Nancy Vázquez/El Nacional

El cuerpo completo del hombre puede producirle sensaciones placenteras, pero en él hay nueve puntos especiales que tal vez no conoces, y que están plenos de terminaciones nerviosas.

1.- Entre el labio inferior y la barbilla. Esa pequeña curva entre el labio inferior y la barbilla está llena de receptores sensibles que le dan a él un goce extremo. Mientras lo besas, chupa su labio inferior, sostenlo entre los tuyos y menea la punta de tu lengua debajo de su labio. Lo estimularás

2.-La manzana de Adán. Es una zona estrechamente conectada a los genitales. Estando él acostado boca arriba, roza tus labios húmedos con su garganta, sube tu lengua por su cuello en movimientos circulares hacia su manzana. Lo harás sentir lleno de satisfacción.

3.-Bajo el hueso del tobillo. Es una zona con una gran capacidad de excitarse por estar ligada a sus órganos sexuales. Durante el coito, toma sus tobillos y acaricia con cierta presión estos puntos al ritmo de tus movimientos.

4.- Los pezones. Aunque son inexplorados por muchos hombres, pueden ser muy sensibles. Pasa tu lengua alrededor de su areola y ve cerrando el círculo.

5.- El pliegue entre los testículos. Pocas mujeres le dan interés a este punto de pasión concentrada. Con la punta de los dedos, presiona suavemente el pliegue donde los testículos y la base del pene se unen.

6.- El perineo. Pocos hombres te guían a este sitio tras sus testículos que tiene numerosos receptores de placer. Acaricia con tus dedos la zona tras sus testículos y a la vez aprieta suavemente.

7.- El pene. Estas caricias son tan candentes que lo encenderán. Forma dos anillos en la base y en la punta de su pene con tu pulgar e índice de ambas manos. Muévelas de arriba hacia abajo en direcciones opuestas.

8.- La punta del pene. Esta parte tiene más poder orgásmico que el resto de su pene. Sostén con tus dedos la base de su pene y roza la punta con tu boca cerrada y húmeda como si te aplicaras lápiz labial.

9.- El frenillo. Es esa pequeña piel que conecta la punta del pene con el resto del miembro. Es un punto que no obtiene mucha dedicación erótica, pero cuando lo acaricias, impulsas un reflejo fascinante en tu hombre.