Redacción/El Nacional
Cualquier cosa en exceso tiene consecuencias, y el azúcar no es la excepción. A continuación te presentamos algunas de las consecuencias de consumir azúcar según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Deterioro dental:
Muchas de las bacterias que habitan las cavidades dentales se alimentan de azucares simples o monosacáridos, los cuales generan graves daños en el esmalte dental.
Ansiedad por la comida:
Esta sustancia no solo provoca adicción, sino que hace que la persona quiera comer de una forma descontrolada. Tras realizar varias investigaciones se termino que si ingesta influye en la leptina, una hormona que se encarga de mantener bajo control la sensación de hambre.
Sobrepeso y obesidad:
Diferentes estudios han comprobado que las comidas ricas en azúcares contienen demasiadas calorías y son desencadenantes de sobre peso y obesidad. Como se trata de azúcares refinados, hechos bajo proceso industrial, al llegar de forma excesiva al organismo no se transforma en energía, sino que se almacena en grasa.
Diversos expertos en salud y nutrición aseguran que una de las primeras cosas que debe dejar quien desee bajar de peso son los alimentos que contienen esta sustancia.
Enfermedades cardiacas:
El comer aproximadamente 74 gramos de azúcar al día incrementa el riesgo de padecer hipertensión arterial.
Insuficiencia renal crónica.
La insuficiencia renal crónica es una enfermedad que se caracteriza por la pérdida gradual e irreparable de las funciones de los riñones.
Cálculos renales:
Las bebidas azucaras y el azúcar refinado aumentan hasta un 25 por ciento el riesgo de padecer cálculos renales. Los refrescos que no son de cola llegan a incrementar las probabilidades hasta un 33 por ciento.
La mejor forma de evitarlo es sustituyéndolas por bebidas más sanas, tales como el agua, los zumos naturales o las infusiones.
Hígado graso:
Una de las razones por las que el hígado se sobrecarga es porque es el único encargado de metabolizar la fructosa. Por esto, cuanta más fructosa se le obligue a procesar, más duro será su trabajo y más rápido se deteriorará.
Diabetes:
El azúcar hace que el organismo exija más insulina, una hormona que participa en el proceso que transforma los alimentos de energía. Una vez que sus niveles incrementan, el cuerpo crea una resistencia hacia ésta y la glucosa se empieza a acumular en la sangre. Como consecuencia, se produce un descontrol en el índice de glucemia y se desarrolla una afección conocida como diabetes tipo 2.
Si bien, no se puede eliminar esta sustancia de nuestra dieta diaria, expertos recomiendan consumirla sin excesos.