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Agencia/El Nacional

Tres soldados profesionales identificados como Carlos Ibarra Gutiérrez, Edison Blanco Zapata y Franklin Gamboa Monsalve, y el cabo primero Gabriel Mejía Bermúdez fueron las víctimas mortales del ataque a un helicóptero Black Hawk contra el que se activó una carga explosiva en un campo minado luego de que este aterrizara en zona rural de Teorama (Norte de Santander).

El hecho se registró hacia la 1:45 de la tarde de este lunes cuando la aeronave movilizaba militares para apoyar las labores de reparación de un tramo del oleoducto Caño Limón-Coveñas destruido en un ataque dinamitero el 16 de junio pasado.

“Los explosivos fueron activados por la cuadrilla Resistencia de El Catatumbo de las Farc en un sitio en donde las tropas realizaban maniobras ofensivas para apoyar unidades en tierra, que desde hace días adelantan operaciones militares”, señaló el segundo comandante del Ejército, mayor general Ernesto Maldonado Guarnizo.

El general condenó los hechos y aseguró que los militares heridos, dos de ellos con heridas de consideración, ya fueron trasladados s centros asistenciales para su recuperación.

“El Comando del Ejército condena el empleo indiscriminado de artefactos explosivos por parte de las Farc, considerado una clara violación a los Derechos Humanos e infracción al Derecho Internacional Humanitario”, manifestó el Ejército.