Redacción/ El Nacional
Un análisis independiente al que tuvo acceso el periódico ‘The New York Times’ confirmó que el principal enlace del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) recibió mensajes de texto con un hipervínculo que escondía un programa espía llamado Pegasus, el cual habría sido el arma cibernética comprada por el gobierno mexicano.
El objetivo del software fue el celular del secretario ejecutivo del grupo, el cual fue usado por casi todos los integrantes del GIEI al fungir como un nexo de comunicación entre investigadores, sus fuentes, la CIDH y el gobierno de México.
“Ahora hay evidencia forense que demuestra que los integrantes del grupo también fueron blanco de tecnología de espionaje”, indicó el medio estadounidense.
La semana pasada, los miembros del GIEI que investigaban la desaparición de los 43 estudiantes normalistas revelaron que recibieron mensajes SMS idénticos en sus teléfonos propios, que los incentivaban a darle clic a un enlace que, de manera secreta, convierte al celular en un aparato de espionaje.
“la nueva evidencia comprueba que la campaña de espionaje fue mucho más allá de los críticos en casa: al tener como blanco a los miembros del GIEI, afectó a oficiales internacionales que tenían una suerte de inmunidad diplomática y un acceso sin precedentes para investigar un caso que se ha vuelto paradigmático de la situación de los derechos humanos en México y, con ello, parte clave del legado del presidente Enrique Peña Nieto”, menciona el rotativo.
Asimismo el diario recordó que según las leyes mexicanas, la vigilancia solo puede hacerse con el aval de un juez federal y únicamente cuando el gobierno tiene causales bien justificadas. “Sin embargo, la inmunidad diplomática del GIEI implica que sería muy improbable que algún juez federal hubiera firmado una orden para espiarlos”.
“No estás interviniendo el teléfono de cualquiera, sino de alguien que tiene inmunidad”, dijo Francisco Cox, abogado chileno y uno de los integrantes del grupo. “No podían ni siquiera revisar mis maletas en el aeropuerto”.
NYT añadió que el gobierno ha negado ser responsable del espionaje, al afirmar que no hay huellas que dejen saber exactamente quién intervino un teléfono con Pegasus. No obstante, prometió una investigación a fondo.