Un tribunal de Corea del Sur condenó al heredero del imperio empresarial Samsung, Lee Jae-yong, a cinco años de cárcel, vinculado en casos de soborno y corrupción, muy por debajo de los 12 años que los fiscales habían pedido.
La condena penal es un duro golpe para Samsung, el mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo, y el mayor conglomerado familiar de Corea del Sur, cuyas empresas se estima que representan alrededor del 15 por ciento de toda la economía del país.
El “juicio del siglo” contra el heredero de 49 años se ha apoderado de Corea del Sur durante meses y forma parte de un enorme escándalo de tráfico de influencias que derribó al gobierno de la expresidenta Park Geun-hye.
El tribunal encontraría al vicepresidente de Samsung Electronics culpable de dar sobornos para obtener el apoyo de la derrocada mandataria Geun-hye y también lo condenó por malversación de fondos, ocultando activos en el extranjero y perjurio.
Lee tiene derecho de apelar la decisión, y uno de los abogados del heredero del conglomerado tecnológico, una gran empresa conocida como chaebols en Corea del Sur, dijo a periodistas que estaba seguros de que el fallo sería revocado.
Song Woo-cheo, el abogado de Samsung, señaló que el equipo legal del multimillonario apelará una sentencia de cinco años de prisión por soborno y otros delitos. Un máximo de dos apelaciones son posibles en el caso. La corte ha determinado que Lee era consciente de que Samsung había pagado grandes cantidades de dinero a Choi Soon Sil, amiga íntima de Park y supuesto “cerebro” de la trama, en concepto de soborno para conseguir favores políticos del gobierno.
El Grupo Samsung, compuesto por 60 empresas interconectadas, es crucial para la economía surcoreana, con ventas equivalentes a cerca de una quinta parte del PIB nacional.