La Cancillería china condenó las recientes acusaciones “infundadas” del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, sobre el agravamiento de la crisis en Venezuela por el respaldo que el gobierno de Beijing ha dado al presidente Nicolás Maduro.
“Durante mucho tiempo, Estados Unidos ha considerado a América Latina como su propio patio trasero para presionar, amenazar e incluso subvertir el poder político en otros países en todo momento”, dijo el portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Lu Kang, quien agregó que “algunos políticos estadounidenses han estado insistiendo con el fin de manchar a China en todo el mundo”.
Pompeo dijo el viernes que el financiamiento de China al gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro ayudó a “precipitar y prolongar” la crisis del país. Acusó a Beijing de invertir más de 60 mil millones de dólares en fondos “sin compromisos” que se utilizaron para acciones tales como reprimir a activistas a favor de la democracia y financiar programas sociales ineficaces.
“Creo que hay una lección, una lección que debemos aprender para todos nosotros: China y otros están siendo un llamado hipócrita a la no intervención en los asuntos de Venezuela”, dijo Pompeo. “Sus propias intervenciones financieras han ayudado a destruir ese país”.
La hiperinflación, la escasez de alimentos y medicinas y otras dificultades han provocado que más de 3 millones de venezolanos (aproximadamente una décima parte de la población) huyan del país en los últimos años.
El gobierno del presidente Donald Trump, que reconoce al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, intenta sacar a Maduro del poder. Mientras tanto, China es un aliado de Maduro y ha instado a otros países a no intervenir en los asuntos del país sudamericano.