Redacción/ El Nacional

En la que puede ser considerada una de las mejores peleas del año, Saúl Álvarez y el kazajo Gennady Golovkin dieron una cátedra de boxeo que terminó en empate, con tarjetas de 118-110 para Canelo, muy alejada de lo que se vio en el ring, 115-113 para GGG y 114-114 para decretar el empate.

Un round de estudio fue el que ofrecieron al inicio: GGG iba hacia adelante y soltando el jab, mientras que Canelo se movía bien sobre el ring y esperaba el error. Soltaron los primeros bombazos sin éxito

Golovkin siguió en el sexto asalto con la presión total sobre el mexicano, quien volvió a ponerse de tú a tú con su rival al que castigó a las zonas blandas pero sin hacer el daño esperado.

Canelo recetó un poderoso upper que hizo voltear la mirada de GGG en el octavo y le conectó un derechazo en el noveno, pero era el kazajo quien iba hacia adelante.

Una guerra fue la que ofrecieron hasta los últimos segundos, sin dar tregua y dejando todo en el ring, lo que dejaba un trabajo muy complicado para los jueces, aunque Adelaide Byrd calificó con un 118-110 a favor de Saúl, muy alejado de la realidad.

El sabor amargo para afición y pugilistas deja las puertas abiertas para una revancha, que de realizarse podría ser en mayo, aunque la última palabra la tienen Canelo y Golovkin.

 

Con información de AFP y Notimex