Edgar Martínez/ El Nacional
La selección de Chile sacó un resultado inesperado para muchos al derrotar en tanda de penales a su similar de Portugal, que con todo y Cristiano Ronaldo no lograron acceder a la ronda final de la Copa Confederaciones de Rusia 2017, con una excelente actuación del guardameta Claudio Bravo.
Durante los 90 minutos el encuentro estuvo demasiado parejo, convirtiéndose en un juego de ida y vuelta; sin embargo las ocasiones más peligrosas las tuvo el cuadro dirigido por Juan Antonio Pizzi, que nunca bajaron los brazos hasta el último minuto del tiempo suplementario.
Los primeros 30 minutos del primer tiempo, las áreas tuvieron como figuras a sus respectivos arqueros, ya que tanto Rui Patricio y Claudio Bravo tuvieron jugadas realmente sobresalientes por su grandes atajadas.
La más comentada fue el mano a mano que detuvo el guardameta portugués al atacante chileno Alexis Sánchez, esto al 6’, sin embargo, tras el buen arranque chileno, poco a poco los lusitanos fueron neutralizando a los andinos con su estilo de juego, presionando desde el punto de salida.
Mientras Portugal paseaba el balón, Chile comenzaba a pensar y fue cuando las llegadas de gol comenzaron a ser más frecuentes. Primero un cabezazo de Charles Aránguiz que pasa ligeramente por encima del poste al 28’ y después nuevamente el chileno fallaba frente al marco al 29’.
Por su parte, André Silva fue el hombre que más acciones tuvo de peligro para el cuadro luso, pero no había puntería, además de que Bravo saldría en su día. La primera mitad se iría con un 0-0 bastante entretenido y que se veía que en cualquier momento caería el tanto de la ventaja para ambos.
Para el complemento, Bravo tendría más protagonismo ante la ofensiva lusitana, primero atajando un disparo potente de Cristiano Ronaldo al 57’, quien también tuvo la oportunidad con un tiro desviado por Aránguiz que pasó muy cerca de la meta del guardameta andino.
Con el tiempo encima y sin hacerse daño, los técnicos ya estaban pensando más en los tiempos extras que en el final del encuentro, por lo que desde el 75’ el estratega de Portugal, Fernando Santos, mandaría cambios ofensivos, siendo Nani y Ricardo Quaresma los elegidos a entrar al quite, sustituyendo a André Silva y Bernardo Silva, respectivamente.
Asimismo, Pizzi solo realizó una sustitución, metiendo al hombre del Cruz Azul, Martín Rodríguez, por Eduardo Vargas. El cronómetro dio los 90 minutos y el duelo se iría al tiempo suplementario, en donde el cansancio era notorio en ambas escuadras.
Fue ahí donde la polémica entraría, cuando Francisco Silva cayó dentro del área tras recibir un pisotón del defensor Fonte, en un penal bastante claro pero que ni los árbitros se percataron, a tal grado que el VAR no fue utilizado, creando el enojo en los futbolistas chilenos, quienes pese a la clara infracción se dedicaron más a jugar que a reclamar.
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Ya en el último suspiro del encuentro, al 118’, Arturo Vidal sorprendió a todos con un disparo de larga distancia que pegó en el poste y que en el contra remate Rodríguez, quien se encontraba frente al marco, puso la pelota de nueva cuenta en el palo, en una jugada que nadie podía creer.
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El juego terminó 0-0 en su tiempo regular y enviaría todo a los fatídicos penales; situación que Chile tiene muy bien controlada ya que sus dos únicos títulos a nivel de selección fueron decretados desde los once pasos.
Los sudamericanos comenzarían la tanda con un buen disparo de su principal figura, Arturo Vidal, pero no contaban con la presencia del guardameta Bravo, quien atajó los tres penales lusitanos, para así darle el pase a la final al equipo de Pizzi.
Por parte de Chile anotaron Arturo Vidal, Alexis Sánchez y Charles Aránguiz, mientras por los lusitanos fallaron Quaresma, Joao Moutinho y Nani.
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