El SARS-CoV-2 (el nuevo coronavirus, responsable por el COVID-19) es un virus nuevo. Aún hay mucho que aprender sobre este virus y cómo afecta el embarazo, la lactancia y el posparto. Muchas personas embarazadas y con bebés están naturalmente preocupadas por la manera como este virus puede afectar su vida y la de sus familias.
En general, los efectos del coronavirus han creado una crisis de salud pública mundial y están sobrecargando los sistemas del cuidado de la salud. Esta sobrecarga probablemente impacte de manera negativa la salud materna e infantil, ya que las familias llevan la peor parte de los sistemas de salud sobresaturados. La salud materna e infantil es un asunto de género complejo. No es posible abarcar toda la complejidad de este asunto en un solo artículo, así que solo ahondaremos en el impacto del coronavirus en la salud inmediata de las personas que están en embarazo, en proceso de parto y con bebés, así como de los recién nacidos.
¿Cómo el coronavirus afecta el embarazo?
El embarazo genera cambios en el sistema inmune. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras autoridades a nivel nacional como el Real Colegio de Obstetras y Ginecólogos (RCOG) han manifestado que el embarazo no pone a la persona en un riesgo mayor de contraer una enfermedad severa por COVID-19, en comparación con la población general. La mayoría de personas con COVID-19 experimentan síntomas leves a moderados de resfriado o gripales.
La OMS y el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) están de acuerdo en que las personas en estado de embarazo tienen un mayor riesgo de contraer enfermedades causadas por infecciones respiratorias, tales como la influenza. El ACOG considera explícitamente que las personas en embarazo tienen un alto riesgo de contraer este virus.
No hay suficientes datos para determinar cómo el coronavirus puede afectar al feto.
Algunas personas en embarazo y con COVID-19 han tenido partos prematuros, lo que quiere decir que los bebés nacieron con menos de 37 semanas de gestación. Aún no se sabe con claridad si estos partos pretérmino están directamente relacionados con el COVID-19. Hay muy pocos datos sobre el COVID-19 y su transmisión a un feto durante el trabajo de parto y el nacimiento.
Una manera crucial como esta pandemia puede afectar el embarazo es mediante el aumento de la prevalencia de la violencia intrafamiliar. Algunas investigaciones sugieren que el embarazo y el periodo de posparto aumentan el riesgo de violencia doméstica. La cuarentena ha puesto a muchas personas cara a cara con sus abusadores, creando situaciones peligrosas. La violencia doméstica durante el embarazo está asociada a partos prematuros, bajo peso de nacimiento, depresión posparto, dificultad para la lactancia y, por supuesto, al riesgo de daño físico. Si te encuentras en una situación de violencia intrafamiliar, consulta los recursos al final de este artículo.
¿Cómo el coronavirus afecta el parto y la salud del recién nacido?
Debido a la novedad del coronavirus en humanos, hay pocos estudios sobre el impacto del virus en la salud de los recién nacidos de una persona con COVID-19. Estos estudios muestran cómo el virus puede afectar a los recién nacidos, pero los datos aún no son concluyentes. Teniendo en cuenta el porcentaje de personas que han recibido un diagnóstico positivo de COVID-19, estos estudios muestran solo una fracción diminuta de las posibles consecuencias, incluso resultados positivos, por lo cual se necesita más investigación en este campo. Algunos de estos estudios tienen fallas que los hacen defectuosos, pero esa es la esencia de tratar de resolver un nuevo problema científico.
Esto es lo que sabemos hasta el momento. Sigue leyendo para conocer los detalles de cada estudio:
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Los estudios no han encontrado evidencia de la presencia del virus en el fluido amniótico, la sangre del cordón umbilical o la leche materna.
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Algunos reportes de casos muestran bebés con síntomas del virus pero que resultaron negativos en la prueba. Los exámenes de sangre mostraron anticuerpos de coronavirus, lo que quiere decir que estuvieron expuestos al virus durante el embarazo.
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Un estudio de 33 madres diagnosticadas con COVID-19 mostró que tres bebés dieron positivos para COVID-19 después del parto pero después se recuperaron.
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Un reporte de caso de cuatro bebés de madres con COVID-19 encontró que todos nacieron a término y con peso promedio.
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Un estudio de diez bebés de nueve madres con COVID-19 reportó cuatro que nacieron a término, mientras que seis nacieron prematuros. Muchos presentaron síntomas. Cinco de estos bebés fueron consideraron como “curados”, mientras que cuatro estuvieron en el hospital en condición estable, y uno falleció.
¿El coronavirus se puede transmitir de madre a bebé?
Algunos de los primeros estudios clínicos en Wuhan, China, investigaron lo que se conoce como transmisión vertical, o la transmisión del coronavirus de la madre en estado de embarazo a su bebé. La transmisión vertical puede ocurrir en la placenta durante el embarazo, en la vagina durante el parto, o a través la leche materna durante la lactancia, en algunas, pero no todas las infecciones virales.
Mientras los estudios iniciales sugieren la posibilidad de transmisión del coronavirus de la madre al recién nacido, estos estudios no encontraron evidencia del virus en el fluido amniótico, la sangre del cordón umbilical o la leche materna.
Un estudio realizado en China examinó a 33 bebés nacidos de madres diagnosticadas con COVID-19. Tres de estos bebés dieron positivos para COVID-19 después del parto. Tres de los bebés presentaron síntomas y uno tuvo una condición más crítica conocida como síndrome de dificultad respiratoria neonatal. Este bebé nació prematuro, lo cual pudo haber causado la gravedad de su enfermedad. Se cree que los tres bebés ya se recuperaron del virus.
Un reporte de caso estudió la sangre, secreciones nasales y vaginales, y leche materna de una madre con COVID-19. Las secreciones vaginales y la leche materna no mostraron evidencia del coronavirus. El bebé no presentó ningún sintoma del virus. Los exámenes de sangre del bebé mostraron anticuerpos de coronavirus, lo cual quiere decir que estuvo expuesto al virus durante el embarazo, a pesar de que las pruebas de COVID-19 dieron negativas.
En un estudio de seis mujeres en estado de embarazo con COVID-19, los seis bebés nacieron con anticuerpos de coronavirus, lo cual indica que estuvieron expuestos al virus durante el embarazo. Ninguno de los bebés presentó síntomas de COVID-19 y las pruebas del virus dieron negativas. Este estudio no reporta lo que sucedió con los bebés después del nacimiento.
Otro reporte de caso de cuatro bebés de madres diagnosticadas con COVID-19 encontró que todos nacieron a término y con peso promedio. Una pareja no dio permiso para que se hicieran pruebas en su bebé, pero las pruebas de los tres bebés restantes dieron negativas para el virus y los bebés no presentaron síntomas de COVID-19. Los cuatro bebés estaban saludables y recibiendo leche fórmula después de haber sido dados de alta.
Un estudio de diez bebés de nueve madres con COVID-19 reportó cuatro que nacieron a término, mientras que seis nacieron prematuros. (Todas las madres dieron positivo para el virus, excepto una que solo presentó síntomas.) Seis de los diez bebés mostraron síntomas. Cinco de estos bebés fueron consideraron como “curados”, mientras que cuatro estuvieron en el hospital en condición estable, y uno falleció. Esta noticia es preocupante pero cabe resaltar que los investigadores no afirman que el COVID-19 haya sido la causa de la muerte del bebé. Este bebé nació prematuro, con 34 semanas, lo cual puede estar relacionado con su temprana muerte. Aunque estos bebés presentaron signos y síntomas de COVID-19, los resultados de las pruebas fueron negativas.
Redacción/El Nacional