La Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) llevó a cabo un paro nacional de 24 horas y una marcha en la Ciudad de México, luego de una reunión ineficaz el 1 de abril con el presidente Andrés Manuel López Obrador, en la que no se logró llegar a un acuerdo.

Las movilizaciones comenzaron a las 9:00 horas en el Ángel de la Independencia y se dirigieron hacia Palacio Nacional. El propósito principal de la marcha es respaldar la negociación que sostendrá la Comisión Nacional Única de la CNTE, que representa a los líderes del magisterio disidente, con el presidente.

Al llegar al Zócalo Capitalino, se encontraron con la plancha cerrada y protegida por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX).

Los organizadores de la protesta anunciaron que participarán representantes magisteriales de Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán. 

Entre las demandas de los representantes del sindicato educativo se encuentran un aumento salarial con un mínimo de 16 mil pesos mensuales, la derogación de la Ley del ISSSTE sin Afores, ni UMAs-, la reincorporación de maestros despedidos y la basificación de los que tienen contratos temporales.

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Además de estas solicitudes, se exige la revocación total de la reforma educativa implementada durante el gobierno de Peña Nieto y la reinstalación de las mesas de diálogo con los padres de los normalistas de Ayotzinapa, así como el cese de los asesinatos de estudiantes de las normales rurales en el país.

En respuesta, el presidente señaló que la reforma implementada durante el gobierno de Peña Nieto no podría ser derogada por cuestiones de tiempo. Sin embargo, los docentes de la CNTE aseguran que estas demandas han estado en manos de López Obrador desde el inicio de su mandato.