Redacción/ El Nacional.
Las personas que padecen pólipos o sinusitis podrían ser los candidatos perfecto para someterse a una cirugía endoscópica nasosinusal para solucionar el problema respiratorio.
La cirugía endoscópica nasosinusal es una intervención quirúrgica que pretende corregir diversos problemas que se producen en los senos paranasales (pólipos, sinusitis, tumores, entre otros) sin cicatriz en la cara, mediante el uso de diversos instrumentos a través de los orificios naturales de la nariz.
Generalmente se indica para mejorar la respiración nasal, la extirpación de pólipos, favorecer la aireación de los senos o drenar infecciones, o extirpar pequeños tumores.
La intervención consiste en que el médico administra anestesia general y aborda el interior de la nariz con diversos endoscopios. Tras visualizar la zona y permitir la introducción de los instrumentos adecuados para llevar a cabo la cirugía, se reparan los problemas existentes, dejando de forma habitual un taponamiento dentro de la nariz durante uno o dos días.
En el postoperatorio, debido al taponamiento, el paciente no podrá respirar nada el lado operado, pudiendo quejarse de sequedad de garganta, lagrimeo, mucho moco y estornudos frecuentes.
Una vez retirado el tapón, la nariz puede formar algunas costras en los días siguientes, las cuales deberán limpiarse. Además, tras la intervención deben evitarse ejercicios físicos, duchas muy calientes, saunas durante una semana y no se debe subir a un avión en, al menos, dos semanas. Habitualmente el paciente es dado de alta con un tratamiento antibiótico de entre cinco y siete días.
Sin embargo, si las molestias llegan a persistir o bien, si el paciente presenta un dolor insoportable es necesario que acuda con su médico de cabecera.