Ziraat Bank, el mayor banco de Turquía por activos, cesó los servicios que prestaba al régimen dictatorial en Venezuela luego de que el gobierno de Estados Unidos amenazara con sancionar a cualquiera que realice operaciones comerciales con Venezuela.
El banco estatal, con sede en Ankara, confirmó sin aclarar los motivos el cierre de la cuenta de la que dependía la cúpula del chavismo para pagar contratistas, mover dinero e importar productos alimentarios. Las nuevas sanciones han limitado aún más el comercio internacional con el Estado venezolano, lo cual ha obligado a buscar alternativas para mantenerlo, incluyendo mandar embarcaciones a Malta para importar productos petrolíferos.
El sistema de banca por corresponsalía permite el envío de varios millones de dólares en todo el mundo, y es utilizado por iniciativas públicas y privadas. Esta herramienta ha mostrado riesgos de ser utilizada para lavar dinero y financiar organizaciones terroristas al no estar regulados por estatutos legales internos o externos, y depende de los bancos nacionales verificar las identidades de emisores y receptores.
Una publicación en Twitter de la embajada turca en Caracas, condenando las medidas punitivas del gobierno de Trump, indicaba que la alianza de los regímenes seguía intacta. Según Kitco, una publicación dedicada al comercio y noticias de metales preciosos, el comercio entre Turquía y Venezuela había crecido 800 por ciento en el 2018.
Parte de la alianza entre Turquía y Venezuela involucraba el intercambio de oro, acumulado desde la presidencia de Chávez y vendido en secreto, por dinero en efectivo y alimentos. Se calcula que Venezuela ha enviado 900 millones de dólares en oro durante ese año, mientras que la pasta y leche en polvo turcas formaban una parte esencial en las Turkish Airlines, a diferencia de la mayoría de aerolíneas europeas y americanas que han abandonado los aeropuertos internacionales, sigue haciendo vuelos semanales desde Caracas.
Redacción/El Nacional