Chivas y Atlas exhibieron cómo jugar un Clásico de manera ejemplar, incluso dejando de lado las controversias y los problemas extracancha. Esto destacó el desempeño de los dirigidos por Veljko Paunovic, quienes, a pesar de estar en casa y con parte de la afición en su contra, lograron cambiar la dinámica actual del equipo rojiblanco.

El marcador se abrió con un gol al minuto 9, obra de Fernando Beltrán, quien ejecutó un potente disparo con la pierna derecha desde fuera del área, específicamente por el lado derecho de la portería. La asistencia en este gol fue proporcionada por Isaác Brizuela.

 

Los rojinegros respondieron con un auténtico golazo de Aldo Rocha, un jugador que sigue sin ser considerado en la selección mexicana pero que demuestra su calidad en cada oportunidad. Rocha sorprendió a todos con una espectacular volea al minuto 44, manteniendo viva la esperanza de una gran actuación por parte de los Zorros.

Sin embargo, la remontada de los rojiblancos tuvo lugar en la segunda mitad del partido, y fue liderada por un doblete de Ricardo Marín. El primero de estos goles fue producto de un cabezazo a corta distancia desde el centro del arco, con una asistencia de Víctor Guzmán a través de un centro al área.

Finalmente, el marcador se consolidó con un penal cometido contra Piojo Alvarado, y fue el propio exjugador de Cruz Azul quien cobró la pena máxima, asegurando el 4-1 y haciendo que el estadio Akron retumbara de emoción.




Redacción/El Nacional