Redacción/ El Nacional
Con drama de por medio fue como las Chivas Rayadas de Guadalajara se coronaron esta noche de miércoles como campeones de la Concachampions, derrotando 4-2 en penales al Toronto FC para obtener así su boleto al Mundial de Clubes en el mes de diciembre.
Los dirigidos por Matías Almeyda sufrieron de más para alzarse como monarcas y es que no supieron mantener un marcador global que estuvo 3-1 a su favor, dejándose empatar e irse a definición desde los once pasos.
El rebaño se encontraba con un buen ritmo en el primer cuarto de hora de juego, por lo que el tanto se saboreaba en las gradas rojiblancas y el cual llegó al 18’, con el buen gol de Orbelín Pineda.
La jugada se dio en los botines de Rodolfo Pizarro, quien aprovechó un grosero error de la defensa canadiense robando en la salida, cediendo un pase a Pineda que de forma magistral definió ‘picando’ la redonda ante la buena salida del arquero Bono.
La respuesta fue casi inmediata por parte de la escuadra norteamericana, y es que al 21’ dieron el primer aviso de peligrosidad en la meta de Rodolfo Cota, encontrándose Sebastian Giovinco y Jozy Altidore a una zaga central mexicana bastante desordenada.
Sin embargo, al 24’ el empate cayó, nuevamente el desorden imperaba en la defensiva del rebaño, que en tres intentos no pudo despejar la esférica del área chica y fue ganada por Jonathan Osorio. Este se metió hasta línea de fondo y alcanzó a meter un servicio a la ‘olla’, siendo empalmado por Altidore para poner el 1-1 que renacía la esperanza en Toronto.
Con el empate en la bolsa el obligado seguía siendo la visita, pero enfrente el ‘chiverío’ no se rindió y comenzaba a desplegar sus contragolpes letales sin poco tino, por lo que las jugadas quedaban solamente ahí, en el intento.
Cuando parecía que el 1-1 se iría al medio tiempo, Giovico apareció con una jugada individual, pegándole al palo de Cota que no pudo detener el tiro raso y el duelo ya estaba 2-1 para los visitantes quienes iban ya solo por uno más.
Chivas sabía que un tanto más de Toronto los obligaba a una proeza, pues le gol de visita valía en estas instancias. El complemento fue un autentico juego de ida y vuelta, más en su parte final donde el rebaño dejaba huecos enormes y eran aprovechados por Giovinco y compañía.
La jugada clave fue el gol cantado que se perdió Delgado, esto tras una contra bien fabricada que culminó en un centro medido para el delantero que no pudo rematar bien y a marco pleno voló el balón, creando un suspiro de alivio en el Estadio Akron.
El drama en el tiempo regular terminaba pero lo bueno apenas comenzaba, la tanda de penaltis. Almeyda y sus pupilos fueron los primeros en tirar acertando con Alanís, arrancando así un trayecto corto pero que para ambos planteles sería eterno.
Giovinco empató para Toronto; mientras que Godinez, de buen juego, cobró con personalidad el segundo del ‘chiverío’. Osorio concluyó su noche estrellando en el travesaño su tiro, Pulido por su parte, no erraba y metía la redonda, dejando a Chivas con dos de diferencia.
Delgado acortaba y Zaldívar metía el penal decisivo, dejando toda la presión al experimentado Michael Bradley, quien mandó muy por encima del marco el esférico y dándole así a los locales la satisfacción del título, primer en sus historia y tercero en el Estadio Akron (Liga, Copa y Conca).
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