Anteriormente se informó que China tomó acción contra las sanciones de E.U., ahora pidió apoyo de Japón para poder continuar operando ante estas sanciones.
Países Bajos y Japón lideran la fabricación de circuitos integrados. ASML, una empresa neerlandesa, es la única capaz de producir máquinas de litografía de ultravioleta extrema utilizadas por TSMC, Intel y Samsung.
China carece de acceso a esta tecnología debido a las restricciones impuestas por Estados Unidos, que busca evitar su desarrollo militar. Para complicar aún más la situación, Japón ha anunciado que prohibirá la venta de ciertos equipos de fabricación de semiconductores a China. Esto deja al país en una posición precaria, ya que no puede acceder a los equipos necesarios para fabricar chips avanzados.
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China debe llegar a un acuerdo con Japón para obtener estos equipos, pero su relación con Japón se ha vuelto tensa, ya que este último se alinea más con Estados Unidos. Ambos países están ejerciendo presión y advirtiendo sobre las consecuencias económicas y tecnológicas de sus acciones. Se espera que las sanciones japonesas entren en vigor en julio, lo que aumenta la incertidumbre en la industria de los semiconductores.
