La legendaria banda estadounidense Chicago volvió a pisar suelo regiomontano con su gira Live in Concert, brindando un espectáculo lleno de nostalgia, energía y virtuosismo en la Arena Monterrey.

Fue en punto de las 21:25 horas cuando los músicos tomaron el escenario, siendo recibidos con entusiasmo por un público que esperaba este regreso con ansias. La potente sección de metales abrió el show con una introducción instrumental que puso de pie a más de uno.

Con más de cinco décadas de trayectoria, Chicago demostró por qué es considerada una de las bandas más influyentes de su generación. La gira Live in Concert ha sido una celebración de su legado, y Monterrey fue testigo de esa grandeza.

La primera canción de la noche fue Searching So Long, seguida de un saludo en español por parte de Lee Loughnane, trompetista y único miembro fundador activo, quien expresó su emoción por volver a México: “Gracias, ¿cómo están? Estamos felices de estar de nuevo aquí tocando en vivo”.

Uno de los momentos más técnicos y aclamados fue la interpretación de Ballet for a Girl in Buchannon, donde cada músico tuvo oportunidad de lucirse individualmente, dejando claro el nivel musical de la agrupación.

El repertorio avanzó con temas como Happy Man, ¿Does Anybody Really Know What Time It Is? y Hard Habit to Break, en una sección más tranquila y emocional del concierto.

El clímax sentimental llegó con You’re the Inspiration, una de las canciones más queridas del grupo, que fue acompañada por el público con luces de celulares y una ovación prolongada.

La banda elevó el ritmo nuevamente con Higher & Higher, donde Loughnane animó a los asistentes a ponerse de pie y bailar, creando un ambiente de fiesta que se mantuvo hasta el final.

Otros temas que no podían faltar fueron I’m a Man, Just You and Me, Saturday in the Park y la clásica Hard to Say I’m Sorry, coreada por toda la audiencia en uno de los puntos más emotivos del evento.

Aunque el único miembro original presente fue Lee Loughnane, lo acompañaron músicos de altísimo nivel, entre ellos el vocalista Neil Donell, quien ha liderado las interpretaciones desde 2018 con gran maestría.

Con una duración de poco más de una hora y cuarenta minutos, el concierto concluyó dejando al público completamente satisfecho. Chicago se despidió de Monterrey con una ovación de pie y un legado musical que sigue vivo en cada acorde.

Gil García/El Nacional