El Papa Francisco tomó por sorpresa a un grupo de niños enfermos con una visita a un hospital pediátrico, donde celebró, en vísperas de la epifanía, la llegada de los reyes magos.
Fue durante este viernes que el líder católico llegó, sin previo aviso, al hospital “Bambino Gesu”, situado a unos 30 km de la ciudad de Roma y que es propiedad del Vaticano.
En el lugar, el papa saludó y convivió con los niños internados en el hospital, con quienes se entretuvo con juegos y bromas para después dedicar palabras de aliento a los papas de los niños.
Fue “una tarde de alegría, sonrisas y sobre todo mucha esperanza en el camino de la difícil prueba de la vida para los pequeños”, declaró el Vaticano.