El español Carlos Alcaraz ha cumplido más rápido que nadie su sueño de infancia de ser el número uno del tenis masculino.
Con 19 años y cuatro meses, el prodigio de El Palmar (Murcia), un pueblo de 20 mil habitantes, batió el domingo al noruego Casper Ruud en la final del Abierto de Estados Unidos y, de un solo golpe, alzó su primer título de Grand Slam y se convirtió en el más precoz número uno de la ATP.
En la casa de Carlos Alcaraz sénior, un ex tenista que llegó a ser número 42 de España, se respiraba este deporte al punto de que otros dos de sus cuatro hijos también lo practicaron, incluido el pequeño, Jaime, que ya destaca con 10 años.
“Mi padre jugó muy bien, todos los que le enfrentaron lo dicen, pero no tuvo ocasión de crecer”, explicó Alcaraz.
Redacción/El Nacional