Agencias/ El Nacional
La investigadora Elba del Rosario Huerta Franco señaló que las caries y la enfermedad periodontal en las embarazadas pueden ocasionar que sus bebés nazcan de manera prematura y con bajo peso.
La falta de higiene favorece la multiplicación de microorganismos en la cavidad bucal que pueden afectar oídos, nariz, garganta, estómago, hígado, corazón, riñones y articulaciones de las mujeres.
La experta comentó que hay embarazadas cuyas edades oscilan entre los 12 y 19 años con caries dental, maloclusiones (apiñonamiento en dientes), fluorosis, falta de dientes y gingivitis (una forma de enfermedad periodontal caracterizada por la inflamación e infección que puede destruir los tejidos de soporte de los dientes).
A su vez, la experta Margarita Frutos Hernández, dijo que en el caso de los niños, las caries generan bacterias que pueden provocar amigdalitis frecuente, otitis (inflamación del oído), problemas articulares y cardiacos.
Manifestó que la caries puede presentarse en niños de un año de edad, “se presenta en un inicio como pequeñas manchitas y deben ser eliminadas por un especialista, si avanzan, el pequeño puede perder la pieza dañada, de ahí la importancia de la prevención”.
Resaltó la importancia de concientizar a las mujeres embarazadas sobre la salud bucal y los efectos que puede tener en su hijo, “y después de que nace el bebé, orientarlas para que mantengan aseada la boca de su bebé antes y después de que salgan los dientes”.
El aseo de la cavidad bucal del bebé contribuye a la prevención de infecciones como la candidiasis, que provoca irritación en la boca y después, a partir del primer diente, la aparición de caries, enfatizó.
Precisó que para la limpieza antes de que salgan los dientes, es necesaria una gasa esterilizada humedecida con agua hervida y tibia.
“Esta debe pasarse suavemente por los rodetes gingivales (donde salen los dientes) y luego, se escoge otro lado limpio de la misma gasa para pasarla por la superficie de la lengua, no más atrás porque puede provocar vómito”, dijo.
Explicó que este procedimiento es recomendable que lo haga la madre dos veces al día, una en la noche después del último alimento, y durante la mañana después del primero.
“Entre los cinco y siete meses aparece el primer diente, que debe ser aseado con gasa esterilizada y humedecida, que abarque la parte interior (cercana a la lengua) y posterior, de abajo hacia arriba”.