Redacción / El Nacional

Chris Evans demostró en Twitter que es más “Capitán América” de lo que parece.

Según la revista Esquire, Chris Evans no puede dejar a un lado su sentimiento de justicia, incluso aunque le advierten de que se trata de una mala idea – pues es una figura pública – y a él no le importa.

El actor no ha permitido callar lo que piensa, y arremetió contra lo que no cree correcto, esta vez en una discusión con el líder político del KKK David Duke, al que ha calificado de “vergonzoso”.

Al menos ya sabemos que no todas las discusiones son con “Tony Stark”.

El actor de ‘Los Vengadores’ es uno mismo con su personaje “Capitán América”, pues está dispuesto a luchar por los ciudadanos americanos, aunque eso implique ir en contra del Gobierno, en este caso, hacia el Presidente Donald Trump. Dice sentirse “furioso” y “lleno de ira” en cuanto a la presidencia del multimillonario, pero está claro que el actor sabe mantener la compostura:

“Es hora de mantener la calma. Porque no todos los que han votado por Trump son unos fanáticos horribles. Hay mucha gente en el medio; esas son las personas con los que no quieres perder tu credibilidad. Si vas a intentar hacer cambiar de parecer a los demás, vomitar mucha retórica sólo va a convertirse en ruido blanco”, dijo Evans.

Ante las palabras de supremacía blanca del presidente del Ku Klux Klan David Duke, Evans tampoco ha querido callarse, para lo que ha elegido un tono educado pero firme a través de su cuenta de Twitter:

“Ni si quiera sé por dónde empezar. Este hombre no tiene sitio en la política. Vergonzoso. De verdad espero que algún día aprendas a elegir el amor en vez del miedo”.

 

Sus consejeros ya le habían advertido de que no se pronunciara en términos de política, ya que se trata de un movimiento “arriesgado” teniendo en cuenta su imagen pública y que las consecuencias podrían no sólo afectarle a él, sino al resto de la gente que ha trabajado en las películas que protagoniza.

Sin embargo, Evans tiene otra visión del tema, ya que opina que él tiene todo el derecho a no estar de acuerdo con las personas, y que lo importante es guardar las formas y cuidar el lenguaje para no perder credibilidad.

“Mira, yo estoy en un negocio donde tienes que vender entradas. Pero, por Dios, no sería capaz de mirarme al espejo si creyera firmemente en algo y no lo dijera. Creo que se trata de cómo lo dices. Se nos permite estar en desacuerdo. Si yo expongo mi caso y por consiguiente la gente no quiere ir a ver mi película, me parece bien”, expresó.