Redacción/ El Nacional
La Cámara Baja del Parlamento canadiense ha aprobado el pasado miércoles una controvertida ley antiterrorista que amplia los poderes de los servicios de inteligencia del país para actuar contra presuntos grupos terroristas y tipifica como delito alentar ataques terroristas.
La Ley Antiterrorista fue aprobada por 183 votos a favor y 96 en contra en la Cámara Baja del Parlamento gracias al apoyo de los diputados del gobernante Partido Conservador y del opositor Partido Liberal.
Los diputados del socialdemócrata Nuevo Partido Democrático NPD, el principal partido de la oposición, votaron en contra al considerar que la ley otorga excesivos poderes sin ningún control paralelo al Servicio Canadiense de Inteligencia y Seguridad CSIC.
Intelectuales, como la escritora Margaret Atwood, líderes indígenas y grupos ecologistas también se han opuesto a la aprobación de la ley por entender que será utilizada para vigilar y restringir grupos opuestos a políticas económicas y sociales del Gobierno del primer ministro, Stephen Harper.
Tras la aprobación de la ley, el ministro de Seguridad Pública de Canadá, Steven Blaney, emitió un comunicado en el que afirmó que la ley proporcionará a nuestras fuerzas policiales y agencias nacionales de seguridad con las herramientas que necesitan para proteger a los canadienses.
El Gobierno de Harper ha justificado la ampliación de los poderes de los servicios de inteligencia por dos ataques sucedidos a finales de 2014 en Ottawa y Montreal y en los que perdieron la vida dos militares canadienses. Los ataques han sido vinculados por el Gobierno canadiense con el movimiento yihadista internacional.