Tras un proceso que ya se considera el más violento en la historia del país, marcaron las campañas electorales en México. Expertos y analistas destacan que el control territorial ejercido por organizaciones criminales en diversas regiones ha sido un factor crucial en este contexto.

Como resultado, más de 30 candidatos han sido asesinados durante la campaña, lo que ha llevado al gobierno a desplegar a 27 mil 245 agentes de seguridad para patrullar. Estudios y reportes de organizaciones como Data Cívica, México Evalúa, Integralia y Semáforo Delictivo indicaron que el 20% de las secciones electorales presentaron un alto riesgo de violencia, y el 8.9% un riesgo medio.

El pasado 9 de mayo, la coalición Fuerza y Corazón por México, liderada por la candidata presidencial Xóchitl Gálvez Ruiz, presentó un “Mapa de riesgos de la elección 2024”, revelando que el 29% de las secciones electorales son potenciales focos de violencia debido al crimen organizado.

Javier Oliva, profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, señaló que la influencia de los grupos criminales varía significativamente entre regiones. Además, la relación entre los grupos criminales y los partidos políticos puede variar de un municipio a otro, reflejando una dinámica de alianzas e imposiciones locales.

Eunice Rendón, exfuncionaria del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, mencionó que estados como Chiapas, Zacatecas, Guerrero, Michoacán, Veracruz y Guanajuato fueron especialmente afectados. En estos lugares, el crimen organizado ha ganado considerable territorio, imponiendo esquemas de extorsión que incluyen el “cobro de piso” a negocios y el “cobro de paso” a migrantes, además de influir en los precios de productos.

En Chiapas, sacerdotes de San Cristóbal de Las Casas señalaron que, en algunas regiones del estado, fueron afectadas por la violencia y controladas por el narcotráfico.