La explosión causada por una bomba de fabricación casera en un supermercado de San Petersburgo, causó heridas a 13 personas. “Es un acto terrorista”, declaró el presidente ruso, Vladimir Putin en una ceremonia de entrega de condecoraciones a militares rusos.
Las autoridades rusas están preocupadas por el regreso de los yihadistas que partieron a combatir en Siria e Irak en las filas del grupo Estado Islámico.
El país “hizo una contribución crucial en la derrota de las fuerzas criminales que lanzaron el desafío a toda la civilización, en la destrucción del ejército terrorista, de una dictadura bárbara”, afirmó Putin.
Los servicios de seguridad rusos anunciaron haber desmantelado una célula del grupo yihadista Estado Islámico que se disponía a cometer atentados el día 16 en San Petersburgo, concretamente en la turística catedral de Nuestra Señora de Kazán.