Alemania registró en las pasadas 24 horas ocho mil 497 positivos y 50 muertos por coronavirus, un claro descenso frente a las jornadas previas pero matizado por el efecto de los días festivos, informó este lunes el Instituto Robert Koch (RKI) de virología.
La cifra de nuevos casos está lejos de los 24 mil 300 nuevos casos comunicados el jueves y de los 21 mil 888 del viernes, y es algo menor que los 12 mil 196 de este domingo. Durante los festivos se han realizado menos test y no todas las oficinas regionales comunican a diario sus datos a la central de la RKI.
La incidencia acumulada a siete días en el conjunto del país ha caído en consecuencia hasta los 128.0 casos por cada 100 mil habitantes, cuando apenas hace dos días estaba en 134.0.
Como comparación, la media nacional descendió por debajo de los 60 casos a mediados de febrero, cuando comenzó la tercer ola, desde los casi 200 casos por cada 100 mil habitantes de finales de diciembre, en el pico de la segunda ola.
En total, el país más poblado de la UE ha comunicado dos millones 893 mil 883 contagios y 77 mil 13 muertes con o por coronavirus.
La cifra de enfermos graves por COVID-19 se mantiene sin embargo al alza. Según cifras actualizadas del sector, actualmente hay en las ucis alemanas cuatro mil 51 personas ingresadas por coronavirus, de las que dos mil 219 (el 55 por ciento) se encuentran intubadas. En el país quedan unas mil 300 camas de uci libres.
Hasta el pasado viernes -última fecha con cifras disponibles- habían recibido al menos una dosis de la vacuna 14.3 millones de ciudadanos (un 12,1 por ciento de la población), y la segunda inyección había sido administrada a 4.3 millones de personas (5.2 por ciento), según el Ministerio de Sanidad.
Alemania está intentando acelerar estos días la campaña de vacunación impulsando la fórmula de AstraZeneca, recomendada en el país solo para los mayores de 60 años desde su suspensión temporal a causa de varios casos de trombosis.
El presidente del país, Frank-Walter Steinmeier, de 65 años, comunicó ya el jueves que había recibido la primera dosis de esta vacuna y el sábado lo hicieron el presidente del RKI, Lothar Wieler, y el portavoz del gobierno, Steffen Seibert, ambos de 60 años.
El ministro de Sanidad, Jens Spahn, manifestó este domingo en “Bild” que quienes estén totalmente inmunizados quedarán liberados de algunas obligaciones -por ejemplo, presentar un test de antígenos del día para ir al peluquero o a ciertos comercios-. También se contempla que queden exentos de cuarentena al regresar de zonas de riesgo.
Alemania sufre restricciones a la vida pública y la actividad económica desde el pasado noviembre, en que cerraron restauración, ocio y cultura, a lo que siguió en diciembre el cierre de los comercios no esenciales y los colegios.
El inicio de la desescalada se frenó en seco con el avance de la tercera ola, azuzada por la propagación de la variante del coronavirus detectada en primer lugar en Reino Unido y que es ya la mayoritaria en Alemania.