Durante el penúltimo año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la vacunación infantil seguía rezagada, según datos oficiales obtenidos por el colectivo Cero Desabasto. En 2023, apenas 8 de cada 10 bebés completaron su esquema de vacunación y solo el 66% de los niños mayores de un año recibieron todas las vacunas correspondientes.
La vacuna BCG, aplicada a recién nacidos para proteger contra la tuberculosis, alcanzó una cobertura del 83% en 2023. Este nivel es comparable al registrado en 1991, según el registro histórico de vacunación de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud.
Durante los últimos 30 años, la cobertura de la BCG se había mantenido entre el 96% y el 100% desde el año 2000, pero ha experimentado una significativa disminución en la actual administración.
La primera caída en la aplicación de la BCG ocurrió en 2019, cuando la cobertura descendió al 76% debido a la falta de compra del biológico por parte del gobierno de López Obrador. En 2020, durante la pandemia de COVID-19, la cobertura cayó dramáticamente, vacunándose solo a 3 de cada 10 bebés. A pesar del fin de la emergencia sanitaria, los niveles de vacunación no se han recuperado al 96% registrado en 2018.
Además, la vacuna DPT, que protege contra la difteria, el tétanos y la tos ferina, también ha mostrado una disminución constante. En 2023, sólo el 77% de los niños de un año recibieron la dosis correspondiente, en contraste con el 90% en 2018. La disminución en la aplicación de esta vacuna comenzó en 2019, colocando a México entre los 10 países con menor cobertura de vacunación infantil, equiparándose con Angola, según una comparación de UNICEF realizada ese año.
Este rezago en la vacunación representa una de las mayores bajas en la cobertura de vacunas infantiles en las últimas tres décadas, y resalta los desafíos persistentes en la administración actual para garantizar la salud de la población más joven del país.